El 28 de marzo se cumplieron 75 años del fallecimiento del poeta oriolano Miguel Hernández
Miguel
Hernández, considerado “genial epígono” de la Generación del 27. Al finalizar
la Guerra Civil Española en 1939 es condenado a muerte por su participación en
el bando republicano. Compone
hacia 1936 El rayo que no cesa, inspirado
en el amor de su vida, Josefina Manresa. Viento del pueblo (1937),
El hombre acecha (1938), Cancionero y romancero de ausencias
(1938-1941) son otros títulos de su obra poética, alabada y reconocida por
escritores como el Premio Nobel Pablo Neruda, quien decía de Miguel Hernández:
“Recordar
a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es
un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos
como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los
azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los
poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa,
luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como
la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de
España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel
mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de
corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de
claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche
armado con la espada de la luz!”
Pablo Neruda
Com a homenatge al poeta escoltarem una cançó d’un
poema seu en defensa de la llibertat, interpretada per Joan Manuel Serrat.
Aquesta llibertat d’expressió que reclamen també els músics ara des de la
plataforma NO CALLAREM.
No Callarem és una plataforma en defensa de la llibertat d’expressió que
no atempta contra els Drets Humans. El projecte de No Callarem és constituir-se com una plataforma estable
de denúncia de la censura a la crítica política a través de l’art o de
l’expressió lliure a les xarxes socials. La crítica que no ataca ni vulnera els
Drets Humans no pot considerar-se delit. Les condemnes a presó a artistes o a
twitters només van dirigides a un sector molt particular, aquell que ataca
l’status quo i, concretament, la dreta política espanyola. Això és un atac
directe a la democràcia intolerable. El
concert que s’ha organitzat és el bressol de la campanya "No
callarem", amb què els músics han decidit "plantar-se davant les continues persecucions"
al col·lectiu. Les condemnes recents a artistes i internautes pels seus tuits o
les lletres de les seves cançons han mobilitzat el col·lectiu. El detonant de
la protesta ha estat la sentència
contra el raper Valtonyc, a qui l'Audiència Nacional
ha condemnat a tres anys de presó, però també per altres artistes com Ayax y
Prok, Elgio, Hassel, César Strawberry o la tuitera Cassandra.
ACTIVIDADES
1- Comentad el poema: explicad lo que dice sobre la libertad.
2- Buscad información sobre la vida de Miguel Hernández i las causas por las que estuvo preso.
Para la libertad
Para la libertad, sangro, lucho,
pervivo
Para la libertad, mis ojos y mis manos
Como un árbol carnal, generoso y cautivo
Doy a los cirujanos
Para la libertad siento más corazones
Que arenas en mi pecho: dan espumas
Mis venas
Y entro en los hospitales, y entro en
Los algodones
Como en las azucenas
Para la libertad, mis ojos y mis manos
Como un árbol carnal, generoso y cautivo
Doy a los cirujanos
Para la libertad siento más corazones
Que arenas en mi pecho: dan espumas
Mis venas
Y entro en los hospitales, y entro en
Los algodones
Como en las azucenas
Porque donde unas cuencas vacías
Amanezcan
Ella pondrá dos piedras de futura mirada
Y hará que nuevos brazos y nuevas
Piernas crezcan
En la carne talada
Amanezcan
Ella pondrá dos piedras de futura mirada
Y hará que nuevos brazos y nuevas
Piernas crezcan
En la carne talada
Retoñarán aladas de savia sin
otoño
Reliquias de mi cuerpo que pierdo en
Cada herida
Porque soy como el árbol talado
Que retoño
Reliquias de mi cuerpo que pierdo en
Cada herida
Porque soy como el árbol talado
Que retoño
3- Podeu gravar un vídeo recitant el poema que més us agrade de Miguel Hernández i enviar-lo a la seua Fundació per fer-li un homenatge o també fer un cartell il·lustrat per penjar-lo a la biblioteca.
A continuación, algunos imprescindibles poemas del autor, centrado en un estilo que se denominó 'poesía de guerra' y del que es uno de los principales referentes.
Es precisamente una de las cartas de su mujer la que le hace escribir Nanas de la cebolla. Josefina le habla de su pobreza y de que ella y su hijo sólo tienen para comer pan y cebolla. Miguel Hernández, desde su celda, le respondería poco después con estos versos:
Cancionero y romancero de ausencias
Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
venidos desde muy lejos
Voy alado a la agonía
arrastrándome me veo
en el umbral, en el fundo
latente de nacimiento
Llamo a la juventud
Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.
Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y son viejos cuando vienen.
Sentado sobre los muertos
Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo mantiene.
Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.
Canción última
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Escribí en el arenal
Escribí en el arenal
los tres nombres de la vida:
vida, muerte, amor.
Una ráfaga de mar,
tantas claras veces ida,
vino y los borró.
El rayo que no cesa
¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?
¿No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?
Las manos
Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos,
saltan, y desembocan sobre la luz herida
a golpes, a zarpazos.
La mano es la herramienta del alma, su mensaje,
y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente.
Alzad, moved las manos en un gran oleaje,
hombres de mi simiente.
Vientos del pueblo me llevan
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.
Nanas de la cebolla
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
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